domingo, 4 de noviembre de 2007

Qué lejos otoño!

Como alguien pone luz al primer fuego de otoño. Nos hemos cortado aparte, hay algunas velas quemándose en tus ojos. Sosteniendo el pasado, demasiado conciente de lo pendiente hay enfriamientos como las rupturas al amanecer. Nos encontramos para la venta. Entra a la niebla, es otra bajada al camino descendiente lejos de la fría lujuria, tu casa y otoño, otoñoooo! Persiana para el último asunto maldito de incontables mentiras. Un rastro de blanca sangre traiciona la ruta imprudente, tu arte está corriendo y hasta el sol se convierte en madera empapando una antorcha antigua. Holgazanea el día entero y piérdete en líneas de amor diseccionado. Tu nombre en mi molde? No. Y mis notas en tu permanencia? Menos. He girado cada piedra y en los asuntos de amor, no tenemos ningún recurso absoluto.