miércoles, 7 de noviembre de 2007

Duendecillos Chillando

Lanzada al centro de la tierra otra vez, el lugar donde es cálido el amor, tu sabes, es doloroso de respirar. Y la línea divisora de aguas lo está pidiendo. Lo sabrás alguna vez? Lo sabrás? Los árboles a la luz de la luna son un enrejado oscuro, así que catalogas en el ángulo que notas y en un vacío eres acusado de registrar esto. Es entonces que sé que no lo harás fácil para mí! No puedo entrar en esto, no puedo más. Has puesto demasiadas espinas en mi mente. Y en el necesario "globo" descansa un cadáver en el piso. Hemos pisoteado ya muchos duendecillos y todos ellos defienden sus derechos! Nacido en un piso desierto, eres tú quien tiene la sed más profunda y viniste a mi dulce orilla para complacerte con los ojos cálidos y ensoñadores de un huérfano, pero no es suficiente! No lo es. Intrépido, te bañaste de gritos huecos, mientras ellos relucían. Una recompensa por dejar nada bajo su piel! Mejor ayúdame, no lo sé, yo podría simplemente darte en el lado viejo y oscuro un intento. No gires en la orilla, incluso cuando tengamos la cuenta. Todavía te debo por el agujero en el piso, y los fantasmas en el pasillo. Quién decide quien rema sobre las cascadas? Exacto, quién hace la llamada? Sé que hay una liberación eventual en cada escala del crimen, pero en el necesario y condenado "globo" descansa un cuerpo en el piso. Hemos pisado sobre demasiadas buenas intenciones sostenidas por duendecillos inteligentes y todos ellos, todos, están reclamando sus derechos.